Seguramente te hayas preguntado si necesitas un manual de marca o que aspectos son los que se recogen en este famoso documento. Desgranamos estos aspectos y además, desmitificamos unos mitos para no caer en creencias obsoletas.
¿Qué es un manual de identidad corporativa?
El manual de identidad corporativa es un documento que incluye las pautas para que la marca se exprese de manera coherente en todos sus soportes y canales. Es una herramienta necesaria para gestionar la marca, obtener una imagen coherente y trasladar una imagen profesional de la empresa y/o negocio. Puede ser un documento impreso o digital.
¿Para qué sirve un manual de marca?
Para definir y recopilar las normas de correcta aplicación de la marca en lo que se refiere a colores, disposición, tipografía y diferentes versiones según su uso. Su objetivo es garantizar el uso correcto del logotipo y toda su simbología y asegurarnos una imagen coherente en los distintos soportes y canales; sean estos entornos físicos, soportes gráficos, audiovisuales o interactivos.
El manual, o brandbook, debe facilitar las claves para garantizar la coherencia de la marca tanto en soportes online como offline, entornos físicos o virtuales.
Criterios para saber si tienes un buen manual de identidad corporativa
Qué debe incluir
Aspectos generales de la marca:
El manual de identidad corporativa ha de incluir los elementos que forman la identidad visual de la marca; logotipo, símbolo, tipografías, colores y cómo han de coordinarse todos estos elementos. También el estilo visual de la marca; tipología de fotografías y/o ilustraciones, iconos y algunas pautas de composición.
Usos de la marca:
Incluyen aspectos referidos a cómo ha de expresarse la marca en entornos físicos, señalética, anuncios y publicaciones, y por supuesto entornos digitales. Además de las aplicaciones clásicas como la papelería corporativa y merchandising.
Hay dos creencias muy extendidas de cómo ha de ser un manual que chocan con lo que sería un buen manual:
Mito 1: Ha de incluir todas las aplicaciones y elementos trabajados en un proyecto de identidad corporativa. Realidad 1: En verdad lo que tiene que incluir son las claves para que, tanto el equipo de la empresa como un colaborador externo, sean capaces de elaborar un nuevo soporte que cumpla todos los criterios definidos en cuanto a estilo, tono y aplicación de la marca.
Mito 2: Ha de ser un documento cerrado. Realidad 2: Un manual de identidad corporativa ha de ser un documento vivo que permita el crecimiento de la marca de manera coherente sin limitar su expresión en los diferentes escenarios a los que nos enfrentamos hoy en día. Hace décadas sí tenían más carácter de “Biblia”. Hoy, teniendo en cuenta que vivimos en una constante evolución tecnológica los manuales se enfrentan al reto de sentar unas bases claras que permitan la expansión ordenada de la marca.
La evolución del manual de identidad corporativa
Adaptación al entorno digital:
- Logos más sencillos.
- Tipografías digitales.
- Colores adaptados a una correcta adaptación a pantalla y entornos digitales.
- Eliminación de lo superfluo y tendencia a la simplificación por el acceso a la información en web, redes y apps y además en dispositivos móviles. Esto modifica los criterios de diseño.
- Definir el comportamiento de la marca en entornos dig itales (web, apss, redes, e-commerce, juegos online …).
Más ligeros pero más completos
Los manuales actuales han perdido contenido en lo que se refiere a restricciones y normas pero sin embargo son mucho más ricos en usos y aplicaciones de la marca. ¿Por qué? Porque hoy en día un negocio se expresa en entornos mucho más variados. Hace unos años se limitaba a la papelería e instalaciones físicas y ahora sumamos entornos digitales y audiovisuales. Ahora las posibilidades de contacto con los públicos son mucho más variadas y debemos lograr una experiencia completa y coherente en todos ellos.
Y después de esta reflexión ¿es el manual de tu empresa el adecuado para las necesidades actuales?